En 1903, José Batlle y Ordóñez fue elegido presidente del Uruguay. Con él se inició un nuevo período en la historia del país. Su presidencia puede ser considerada una nueva etapa de la modernización, con cambios económicos, sociales y políticos muy importantes. Por ese motivo sus reformas son llamadas las reformas del batllismo. A partir de 1904, una vez derrotado Aparicio Saravia, se produjeron gran parte de las transformaciones que marcaron al país durante casi todo el siglo XX.