El Partido Colorado y el Partido Blanco lucharon durante buena parte del siglo XIX por el poder político del país. Los blancos siempre habían quedado relegados ante el poder y la influencia del Partido Colorado, que no quería perder el gobierno y que muchas veces recurría al fraude electoral para obtenerlo. A finales del siglo XIX, la revolución de Aparicio Saravia obligó a dividir el poder y el país en dos. Por eso se habla de un país con dos gobiernos o bicéfalo.