En 1896 el caudillo del Partido Blanco, Aparicio Saravia, lideró un levantamiento armado contra el gobierno colorado del presidente Idiarte Borda. Saravia denunciaba el fraude, la corrupción en las elecciones y reclamaba la participación de los blancos en el poder político, por ser un partido con muchos seguidores en todo el país. También argumentaba que las elecciones no respetaban la verdadera voluntad del pueblo.