Aparicio Saravia nació en el departamento de Cerro Largo, en 1856. Fue el cuarto hijo de una familia de 13 hermanos. Sus padres tenían tierras en Brasil y en Uruguay, y Aparicio fue criado para realizar las tareas del campo. Sus padres lo mandaron a la escuela en Montevideo, pero él se escapó y volvió a Cerro Largo porque le gustaban más las tareas del campo. Este adolescente rebelde se convertiría en uno de los caudillos más importantes de la historia del Uruguay.