Pueblos de ratas o rancheríos se llamó a los asentamientos de población que se formaron como consecuencia del alambramiento de los campos. Los habitantes de la campaña desplazados por la nueva forma de producir se instalaron en estos poblados a partir de la generalización del cercamiento, que hizo que la mano de obra necesaria para el cuidado de los animales se redujera rápidamente. Se calcula que los desocupados del campo llegaron a ser una décima parte de los habitantes rurales.