El alambramiento de los campos fue una revolución no solo por la velocidad con que se desarrolló, sino también por lo profundo de los cambios que provocó. Fue el segundo paso en la transformación de la estancia en empresa; el primero fue la revolución lanar. De alguna manera fue ponerle puertas al campo. De ese modo se redujeron los costos en mano de obra, se mejoró la cantidad y calidad de la producción y se aseguró a los rodeos. Se afirmó la propiedad privada y eso tuvo enormes consecuencias sociales.