Durante la segunda mitad del siglo XIX llegaron varios miles de inmigrantes al Río de la Plata. Provenían de regiones muy empobrecidas de Europa. Muchos eran españoles e italianos, pero también había suizos, alemanes, franceses y rusos, entre otros. Todos buscaban un lugar donde vivir. Algunos escapaban del hambre y otros huían de las persecuciones religiosas. Con ellos trajeron sus costumbres, idiomas, formas de trabajar y tradiciones que fueron incorporados a la cultural local.