Mientras Montevideo permaneció sitiada, las fuerzas de Manuel Oribe controlaron la campaña. A lo largo de esos años coexistieron dos gobiernos en el territorio uruguayo. El del campo sitiador, en torno a la ciudad, se conoce como gobierno del Cerrito, porque en ese lugar funcionó el campamento de Oribe. Durante ese período se organizó un sistema complejo de gobierno que controló la campaña. Esa relación con el medio rural dio un perfil particular al Partido Blanco.