Montevideo permaneció sitiada por las fuerzas de Manuel Oribe desde febrero de 1843 hasta octubre de 1851. Durante los años que duró el sitio coexistieron dos gobiernos en el territorio uruguayo. El de Oribe en el Cerrito y el del campo sitiado, dentro del recinto de la ciudad, llamado Defensa. En esos años, desde todo punto de vista, Montevideo se parecía mucho más a una ciudad europea y liberal que ninguna otra del Río de la Plata.