En Inglaterra, desde finales del siglo XVIII, y en Francia un poco después, se desarrolló un proceso de transformación muy profundo llamado revolución industrial. Los cambios provocados afectaron a todo el mundo. Las potencias necesitaban conseguir materias primas y vender sus productos industrializados. Por esta razón, a lo largo del siglo XIX intervinieron varias veces en el Río de la Plata y en otras regiones del mundo. Durante la Guerra Grande tuvieron un papel muy influyente.