En 1831 los caudillos federales de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe firmaron un pacto por el cual establecieron las bases de la unidad argentina. El pacto creó un Estado federal aunque con un cierto predominio de Buenos Aires. Cada provincia conservaba un amplio grado de autonomía tanto en lo económico como en lo político. Por otra parte, la unidad superior estaba dada por la existencia de un acuerdo que garantizaba el auxilio militar de unas a otras y la circulación libre de bienes.