Durante los años de lucha por la independencia se enfrentaron distintas tendencias. Unos creían que la lucha debía dar lugar a la instalación de gobiernos en manos de reyes y otros que era necesario formar repúblicas. También se enfrentaron visiones sobre cómo debía ser la relación entre las provincias que formaban parte de un solo país. Había quienes creían que una provincia debía controlar a las otras, mientras otros pensaban que cada una debía tener la libertad para decidir cómo gobernarse.