En un período de aproximadamente 15 años, las colonias españolas en América, con excepción de Cuba y Puerto Rico, se declararon independientes e iniciaron el proceso de formación de nuevos países. Entre 1810 y 1825 el Imperio colonial español se disolvió. La lucha por la independencia fue liderada por los criollos pero contó con la participación de todos los grupos sociales. Después del ciclo revolucionario, la vida de los nuevos países fue compleja e inestable.