Durante casi 300 años la Corona española controló gran parte del territorio de América. Para ello organizó un complejo sistema político y económico, conocido como sistema indiano o colonial. Pero a partir de la mitad del siglo XVIII las bases del sistema comenzaron a debilitarse. Varios intentos hizo la Corona para reforzarlo pero no pudo evitar la decadencia del poder colonial. La crisis del Imperio culminó con las luchas de independencia de las colonias americanas lideradas por los criollos.