El proceso de industrialización en Rusia fue muy particular. Allí casi no existían los burgueses, que fueron los que impulsaron el comercio y el desarrollo de las fábricas en el resto de los países. Por eso fue el gobierno ruso el que invirtió dinero para formar las primeras industrias y generar condiciones favorables para su crecimiento. La llegada del ferrocarril y la construcción de miles de kilómetros de vías férreas fue una de las claves del rápido desarrollo de la economía rusa.