Durante un año y medio luego de la derrota de Napoleón, las potencias vencedoras se reunieron tres veces para lograr acuerdos y conseguir la paz entre los diferentes países europeos. Una de esas reuniones se produjo en Austria y fue conocida como el Congreso de Viena. Allí se intentó instalar un nuevo sistema en Europa. Se buscaba un nuevo orden de los países en el mapa, para evitar nuevas revoluciones y premiar a las potencias que habían conseguido derrotar al Imperio de Napoleón Bonaparte.