Las luchas entre principistas y candomberos se fueron acentuando durante los años setenta del siglo XIX. En 1875 la situación llegó a una crisis. En enero de ese año la elección del alcalde de Montevideo terminó en una revuelta con varios muertos y la renuncia del presidente. Los principistas fueron desterrados a Cuba en la barca Puig pero volvieron para organizar la Revolución Tricolor. El intento revolucionario terminó en fracaso y sirvió para afirmar la figura de Lorenzo Latorre.