Desde 1770 la India formó parte del Imperio británico y fue su colonia más importante. La llamaban la joya de la Corona por su tamaño y riqueza. Cuando los ingleses llegaron a esas tierras del sur de Asia, hacía miles de años que existía una civilización con costumbres, idiomas y religiones muy fuertes. Al principio hubo un fuerte enfrentamiento entre las tradiciones indias y las nuevas ideas que traían los ingleses.