La reina Victoria heredó la Corona en 1837, a los dieciocho años de edad. Se convirtió en reina en una época muy difícil para las monarquías europeas. A pesar de eso logró mantenerse en el trono hasta su muerte en 1901. Fue el reinado más largo en la historia de Inglaterra y uno de los períodos más prósperos de la nación. Durante su reinado se produjo una expansión que convirtió a Inglaterra en la principal potencia militar y económica del mundo.