Sans-culottes era la forma en que se llamaba a los trabajadores, pequeños comerciantes y artesanos durante la Revolución francesa. La traducción de la palabra significa 'sin calzones'. Los nobles y burgueses vestían unas calzas cortas ajustadas a las piernas que se llamaban culottes, mientras que el resto usaban pantalones largos y flojos, adecuados para el trabajo. Los sans-culottes protagonizaron durante la Revolución la toma de la Bastilla y el asalto al palacio donde se encontraba Luis XVI.