Durante el siglo XIX la burguesía se transformó en la clase social dominante. En un inicio, los comerciantes invirtieron su dinero en las industrias. Estas, al desarrollarse, los volvieron más ricos y su influencia económica creció mucho. Luego las revoluciones políticas les dieron cada vez más participación en las decisiones de los Estados. La cultura y la sociedad cambiaron al ritmo de las costumbres burguesas, de tal modo que el siglo XIX se convirtió en el siglo de la burguesía.