Los obreros, trabajadores de las fábricas, tenían graves problemas por solucionar: muchas horas de trabajo, sueldos muy bajos, pobreza, enfermedades causadas por las condiciones de las fábricas, entre muchos otros. Empezaron a protestar por sus condiciones laborales y se organizaron para que sus patrones los escucharan. La revolución industrial produjo grandes cambios sociales. Fue el comienzo de la lucha de los obreros contra los dueños de las fábricas por mejorar y conquistar sus derechos.