El rey Juan VI de Portugal tuvo que fugarse de su país para no caer preso en manos de Napoleón Bonaparte. Ayudado por los ingleses se trasladó con su familia a Brasil, la principal colonia portuguesa. La llegada del rey hizo que Brasil se convirtiera en el centro del Imperio portugués. En su nuevo palacio real, los reyes se percataron de la desprotección de las colonias españolas e intentaron agrandar el Imperio mediante invasiones. La Banda Oriental fue uno de los territorios en disputa.