La declaración de independencia de Brasil se conoce como Grito de Ipiranga y fue realizada por el príncipe Pedro el 7 de setiembre de 1822 en el río Ipiranga. La Corte portuguesa volvió a Portugal y dejó a Pedro a cargo. Durante los años en que los reyes estuvieron en Brasil, el territorio había obtenido privilegios que perdió cuando la Corte se fue. Los grandes terratenientes y comerciantes brasileños y los liberales portugueses apoyaron a Pedro para que declarara la independencia.