Los ejércitos españoles que conquistaron América se impusieron a los pueblos nativos del continente, entre ellos, al Imperio inca. El dominio español sobre los incas se extendió durante varios siglos, hasta que en 1780 un líder mestizo llamado Tupac Amaru II inició una rebelión que buscaba la independencia de su pueblo. Aunque ese levantamiento fue sofocado y Tupac Amaru II fue asesinado, se convirtió en una figura representativa para los movimientos independentistas americanos.