Durante casi 50 años Paraguay se mantuvo apartado de las demás regiones rioplatenses. De ese modo pudo desarrollar una economía casi autosuficiente. Esto chocaba con los intereses de las potencias industriales europeas, que buscaron el mecanismo para abrir el comercio paraguayo. Para eso contaron con la complicidad de los vecinos rioplatenses: Argentina, Brasil y Uruguay. En 1865 los tres países formaron una alianza contra Paraguay y le declararon la guerra. En cinco años Paraguay quedó destruido.