A comienzos del siglo XIX la campaña oriental estaba poco poblada y su población era, en muchos casos, seminómade. Abundaba el ganado vacuno, que aseguraba la alimentación de la población y era la base de la economía. La dieta de los orientales consistía casi exclusivamente en carne. También eran abundantes los caballos y todos los habitantes eran buenos jinetes. Los gauchos eran los habitantes típicos de la campaña y grandes conocedores de todos los rincones de la región.