Inglaterra fue el más temible enemigo de Napoleón Bonaparte. La lucha entre Francia e Inglaterra no se dio solo en el campo de batalla. Las nuevas estrategias dieron lugar a la guerra económica, que consistía en intentar debilitar al enemigo bloqueando sus salidas comerciales. Esto provocaba problemas económicos, le impedía al enemigo conseguir los recursos necesarios para mantener a sus ejércitos en la batalla. Esta estrategia fue utilizada por ambos países en su lucha por el poder en Europa.