El comercio triangular esclavista fue una práctica comercial muy común durante los siglos que duró la esclavitud en América. Consistía en un sistema de comercio en el cual los barcos navegaban por el océano Atlántico tocando tres regiones diferentes: salían de Europa, llegaban a África, de allí hacia América y por último volvían a Europa. El barco siempre iba cargado con alguna mercadería que pudiera venderse en el próximo puerto adonde llegaba.