La ciudad de Montevideo vio crecer su población y su actividad comercial como consecuencia de las medidas económicas de los reyes borbones. Estas medidas habilitaron a los puertos de Buenos Aires y de Montevideo a comerciar con España. Montevideo fue convertida en puerto de ingreso de esclavos. Esto le permitió tener un contacto muy fluido con ingleses, portugueses y holandeses.