El principal objeto de estudio de Augusto Comte fueron los problemas sociales de Francia durante y después de la revolución. Para él la ciencia era la única forma de conocimiento verdadero que podía ayudar a resolver cualquier problema que la humanidad se planteara. El conocimiento objetivo que daba la ciencia debía usarse para resolver los asuntos políticos, económicos y sociales, superando las ideologías, las creencias religiosas, los intereses o los sentimientos.