La guerra civil de los Estados Unidos terminó en 1867 con la victoria de los estados del norte sobre los del sur. La reconstrucción y unificación del país fue dirigida por los vencedores. Los estados del sur debieron abandonar el uso de mano de obra esclava y adaptarse al sistema de desarrollo industrial de los estados norteños. Así comenzó un nuevo momento histórico para el país, el momento del crecimiento económico que lo llevaría a convertirse en una de las grandes potencias mundiales.