Cuba fue una de las últimas colonias americanas en conseguir la independencia de la dominación española. La lucha por volverse un Estado independiente comenzó en 1895, con el Grito de Baire, y finalizó tres años más tarde con la rendición de las tropas españolas ante el avance de la armada norteamericana. Estados Unidos participó de la independencia cubana respondiendo a sus propias ansias colonialistas, motivado por su interés de expulsar a España de su zona de influencia.