Ana Monterroso fue esposa de Juan Antonio Lavalleja y hermana del cura José Benito Monterroso, secretario de Artigas. Sus contemporáneos hablaron de ella, algunos con admiración y otros con desprecio. Acompañó a Lavalleja durante 36 años de matrimonio, en los cuales fue "el alma de la espada del general". Su comportamiento era poco común para una mujer de la época: participaba en las discusiones políticas y tenía una gran inteligencia, energía y convicción.